15 jun 2008

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1 jun 2008

SENA y la competitividad acuícola colombiana

Para impulsar la competitividad y las Buenas Prácticas de Producción Acuícola de esta actividad económica, el SENA realizó el Encuentro Nacional de Productores de Tilapia.
El encuentro, organizado por el Centro de Formación Agroindustrial del SENA en Huila, y que contó con el apoyo de Ceniacua, Fedeacua y la Secretaría Técnica de la Cadena Piscícola del Huila, se orientó a contribuir a la eficiencia del sector acuícola del país, y a actualizar a empresarios y trabajadores sobre las técnicas para optimizar la producción de esta especie acuática.
Así mismo, se hizo transferencia tecnológica de los resultados del convenio de cooperación entre el SENA y Ceniacua. Este convenio, incluye, entre otros, manuales, protocolos, investigación aplicada, productos y deducciones de auditorías para identificar el grado de aproximación de las empresas con la norma Globalgap -certificación que permite la colocación de los productos en cualquier parte del mundo.
“Este evento nos ha brindado un apoyo significativo a los productores acuícolas, para ser cada vez más competitivos, tanto en los mercados internos y más importante aún, en el sector externo. Además, contribuyó a que el sector madurara y adoptáramos los sistemas de mejoramiento de calidad y productividad - Globalgap-, que nos van a permitir estar mejor preparados para poder afrontar el reto de los mercados”, afirmó Eugenio Silva Ruiz, representante de la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua).
De acuerdo con Cándido Herrera González, subdirector del Centro de Formación Agroindustrial, del SENA en Huila, “el encuentro arrojó un balance positivo: logramos que el evento y el desarrollo del proyecto interinstitucional, fueran pertinentes con la apuesta productiva de la piscicultura y de la Agenda Departamental de Competitividad; también, difundimos entre los empresarios el tema de gestión de calidad y de certificación de las empresas productivas, que es un tema clave, máxime cuando estamos hablando de globalización y de acuerdos económicos con otros países”.
Las Buenas Prácticas de Producción Acuícola
El convenio de cooperación SENA- Ceniacua, suscrito el año pasado, involucra el desarrollo de un modelo simulado sobre Buenas Prácticas Acuícolas (BPA), en la Tilapia, bajo la Norma Internacionales (EUREPGAP), ahora denominado Globalgap, cuya aplicación busca de incrementar la competitividad de las exportaciones. Este modelo es aplicable al sector piscícola colombiano, en especial, las empresas de la cadena productiva del Huila.
Las BPPA constituyen una oportunidad para realizar mejoramiento continuo en las unidades productivas acuícolas integradas, con miras a producir alimento de origen animal, y en condiciones de equidad para los trabajadores, mediante la aplicación de criterios administrativos para el uso racional y eficiente de los recursos físicos, económicos y humanos, existentes.
El evento contó con la asistencia de empresarios acuícolas de Antioquia, Cartagena, Córdoba, Cauca, Tolima, Bogotá, Meta y Huila, y representantes de asociaciones de productores, como Acuanal, Acuoriente y Fedeacua.
Así mismo, participaron, universidades, instructores y aprendices del SENA, quienes recibieron transferencia tecnológica sobre la implementación del modelo simulado nacional de BPPA, bajo el esquema Globalgap, al igual que sobre las principales tendencias del sector acuícola.

29 may 2008

Fishinfo, red de la FAO, tiene 25 años y sigue creciendo

9 de mayo de 2008, Roma - Una red de organizaciones intergubernamentales independientes creada por la FAO para ayudar a los países en desarrollo a mejorar la gestión postcosecha y la comercialización de productos pesqueros conquista una meta importante.

Desde fines del decenio de 1970, la red FishInfo (FIN), organizada por regiones, trabaja en el mundo en desarrollo en promoción de los productos pesqueros proporcionando información al día de los mercados y los precios, estableciendo contactos entre compradores y vendedores, y proporcionando capacitación en tecnología de elaboración, cuestiones de inocuidad de los alimentos y requisitos de calidad de los principales mercados de importación.

"La idea era establecer una red que pudiera producir un efecto multiplicador y ayudar a la FAO más ampliamente a tratar estas cuestiones sobre el terreno", explica Lahsen Abbouch, del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO.

FIN consta hoy de siete centros independientes, de carácter regional: EuroFish (Europa oriental y Europa central), InfoFish (región de Asia y el Pacífico), InfoPeche (África), InfoPesca (América del Sur y América Central), Infosa (oficina auxiliar de InfoPeche para el África austral), Infosamak (países árabes) e InfoYu (China). Globefish, en la sede de la FAO en Roma, coordina estos centros.

"Cada uno de los centros funciona como polo de especialización en el sector postcosecha de la pesca y la acuicultura, así como en materia de comercio y comercialización, a través de actividades orientadas por la demanda y dirigidas a las necesidades específicas de su región", informa Ababouch.
Autosuficiencia de la iniciativa

Estos centros, establecidos inicialmente a través de proyectos de la FAO, con apoyo económico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo o de los gobiernos de Noruega y Dinamarca, se han convertido en organizaciones intergubernamentales independientes (OIG). Actualmente los financian sus propios países miembros con la venta de publicaciones, la organización de conferencias sobre comercio y otras actividades, así como mediante proyectos de desarrollo financiados por organismos donantes. La FAO no participa en la administración ni en las actividades cotidianas de los centros, más bien, cada centro tiene su propio grupo directivo que rinde cuentas a una junta de directores.

Hoy participan en la red FishInfo 87 países del mundo en desarrollo.

En muchas regiones, conforme se han independizado los diversos centros, la participación de la FAO en ámbitos como la difusión de noticias sobre comercialización y comercio pesquero o el suministro de ayuda a la industria para la aplicación del sistema de análisis de peligros y de puntos críticos de control a la inocuidad de los alimentos, ha disminuido conforme los centros FIN se han ido haciendo cargo de este trabajo. Esto ha permitido a la FAO concentrar sus recursos en nuevas regiones donde otros países en desarrollo también requieren ayuda.

Tareas para el futuro

En una reunión recientemente celebrada en Marruecos, los centros de la Red no sólo celebraron los 25 años de actividad, sino que reflexionaron sobre la estrategia y la dirección futura de las actividades de FIN.

A pesar de los buenos resultados obtenidos por la red, los diversos centros tienen distintos niveles de desarrollo en cuanto a capacidad y acuerdos institucionales. Algunos siguen necesitando, más que otros, asistencia técnica para cumplir los requisitos de la industria, explica Ababouch.

"De esta manera, en su última reunión, los miembros de la red presentaron información de sus ventajas, desventajas y desafíos, detectaron sinergias y ámbitos de interés común, y conjuntamente plantearon una estrategia para la comunicación de conocimientos y experiencia. Esto permitirá fortalecer cada centro y dar mayor cohesión a la red en conjunto", añade.

La FAO, por ejemplo, trabaja con los centros para promover comercio mayor de productos pesqueros entre las distintas regiones participantes en la red. "Los países en desarrollo por lo general dirigen sus exportaciones de productos pesqueros hacia los países industrializados del norte, pero hoy existen muchas oportunidades comerciales para diversos productos en otras regiones", indica Ababouch. "La red FishInfo está en una posición inigualable para contribuir a establecer esos nuevos nexos comerciales entre Oriente y Occidente y Sur-Sur .

La pesca y la acuicultura desempeñan una importante función económica en muchos países en desarrollo, informa la FAO.

En todo el mundo, la ganancia neta (exportaciones menos importaciones) que obtienen los países en desarrollo del comercio de productos pesqueros asciende a 20 mil millones de USD al año. Esto ofrece empleo e ingresos a millones de personas, y es fuente de ingresos para el gobierno que se pueden destinar a servicios sociales, lo cual, en conjunto, refuerza la seguridad alimentaria y contribuye a mejorar la nutrición de las familias.

Contacto:
George Kourous
Oficina de Prensa, FAO
george.kourous@fao.org
(+39) 06 570 53168
(+39) 348 141 6802

1 may 2008

24 mar 2008

La Cadena de Piscicultura en Antioquia

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Autor:
ALONSO ORREGO GAVIRIA
SECRETARIO TECNICO CADENA PISCICOLA DE ANTIOQUIA

Programa Nacional de Acuicultura SENA 2007-2010

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23 mar 2008

Betania y Chao Phya, Hermanos de Tragedia

Con unos días de diferencia, sucedieron sendos desastres piscícolas en dos naciones antípodas, digamos que además gemelas, en lo que tienen que ver con sus posibilidades económicas, sus recursos naturales, clima, etc, mas no en su desarrollo. Tanto en Tailandia, como en Colombia hubo mortalidades masivas de peces en jaulas. En Colombia, el suceso ha trascendido las fronteras y medio mundo sabe de una mortalidad de peces por encima de las 1,500 toneladas (se hablan ya de 2,300) con un valor en el mercado de más de 7,000 millones de pesos o sea más de 3 millones de dólares.

En Tailandia 100,000 peces de 1,000 pequeñas jaulas en el distrito de Pa Moke en Angthong a orillas del río Chao Phya murieron por causas hasta ahora no bien determinadas, produciendo pérdidas por más de 20 millones de bahts (570 mil dólares, 1250 millones de pesos). En primera instancia se dice que la mortalidad es la consecuencia del hundimiento el 3 de Marzo, de una barcaza con 650 toneladas de azúcar, que ocasionó una baja intempestiva de oxígeno, pero también se estan investigando los vertimientos de las fábricas ribereñas, para hallar las causas concluyentes.

Lo de la represa de Betania, en Colombia, al sur del país obedeció, según las primeras informaciones, a una conjugación de varios factores que produjeron una baja de oxígeno repentina: el aparente deshielo del nevado del Huila, que arrojó sedimentos al río que finalmente desembocaron en la represa, y la baja del nivel de la misma por demanda de energía.

En ambos casos estamos hablando de cuerpo de aguas públicos, abiertos, si se quiere, que no permiten nuestro control. Tanto los piscicultores colombianos, como tailandeses sufrieron las consecuencias de unos sucesos externos a sus explotaciones que los afectaron muchísimo desde el punto de vista económico, y más en el caso de los tailandeses que hacían parte de un grupo de damnificados del tsunami que estaban apenas levantándose de nuevo.

Esto permite una reflexión y es la de mirar de cerca la explotación acuícola y el grado de control que tenemos sobre ella. Si hacemos un paneo general, fácilmente llegaremos a la conclusión de que la piscicultura en nuestro país y en otras latitudes, aún tiene mucho que trabajar en este aspecto. Así como por fin hemos dado pasos hacia el valor agregado de los productos, igualmente es necesario avanzar en la transformación adecuada de los ambientes y de la cadena en general en orden a tener una actividad del todo confiable, tanto para los productores como para los consumidores.

El grado de riesgo que existe tanto para unos como para otros se observa cuando relacionamos éstos sucesos junto con el asunto del calentamiento global y la escasez de agua intensa en el verano reciente en nuestro país. Existen muchos aspectos de orden exógeno que están influyendo en la viabilidad de la actividad.

Siendo como es la acuicultura una de las apuestas productivas más importantes no sólo para Colombia sino tanto para los países latinoamericanos cercanos al Ecuador como para los países de las antípodas, Tailandia, Malasia, parte de China, Vietnam y otros, que utilizan sus ventajas comparativas de orden geográfico e hidrológico, el tema de la estabilidad y la confiabilidad de los sistemas de producción debe estar sobre la mesa.

La mayoría de estos países ecuatoriales ha aprovechado de manera decidida éstas ventajas, escasamente transformando la tierra en estanques para canalizar el abundante agua del terreno, o aprovechado represas y ríos para la producción. Y estos ambientes han estado al vaivén de los ciclos climáticos, la contaminación y de la misma competencia interna por el agua, ya que la deforestación ha sido un problema que ha estado lejos de ser asumido con seriedad y trabajado con políticas serias. Una mínima inversión para una máxima rentabilidad.





Pero como estos casos lo demuestran, esas mínimas inversiones tarde o temprano cobran su cuota. Cuando alguno de los eslabones de la cadena de producción no está alineado hacia la competitividad, vienen los desastres. Dentro de esos eslabones, uno de los más importantes es el ambiental. Un eslabón que tiene que ver en todo sentido con la sostenibilidad y rentabilidad del negocio. Un ambiente que no conocemos, controlamos y cultivamos nos provee muchos riesgos. Tanto la contaminación exógena de los cuerpos de agua como la dependiente de la misma actividad, son amenazas que aún no se trabajan para atenuarlas con un mínimo de seriedad. Las famosas Buenas Prácticas de Producción Acuícola hacen mucho énfasis en el bienestar de los animales, de los seres humanos que los aprovechan, la salubridad del producto y la claridad en el manejo de los recursos administrativos y de información. Y todo tiene que ver de manera transversal con el manejo del ambiente. No sólo en la piscicultura de manera aislada sino, como se manifestó antes, de toda la cadena.

En Tailandia, la sospecha de contaminación de las aguas por parte de las fábricas de las riberas del río Chao Phya, aún se cierne sobre el desastre, y en Betania, la escasa comunicación entre los administradores de la represa y los piscicultores, amen de la falta de un adecuado ordenamiento de la misma produjo un desastre descomunal que, si bien es cierto, en el gremio piscícola se veía venir, se sospechaba de otras causas: la insuficiente rigurosidad en el manejo de los peces con respecto a la calidad del agua que la represa ha ofrecido y el crecimiento sin planeación de la actividad. En un informe de la Cámara de Comercio de Neiva, se advertía ya la preocupación de los piscicultores con respecto al bajo nivel de la represa y se observaba con cierta impotencia las primeras mortalidades y los intentos de resolver con aireadores y bombas los problemas de oxígeno.

La falta de agua, la falta de control, de ordenamiento, de información, de implementación de las Buenas Prácticas de Producción Acuícola, nos hacen caer en cuenta que es hora de replantear muchas cosas sobre la acuicultura colombiana. Especialmente en lo que tiene que ver con sistemas de producción.

Recientemente vino a Villavicencio el experto internacional Sergio Zimmerman a dictar unas conferencias sobre la utilización de la tecnología del FLOC MICROBIANO, como una alternativa en el incremento de la producción, con reutilización de agua (habló de hasta recambios cada cinco años en algunos casos) en áreas pequeñas. Esta tecnología, que si bien es bastante nueva y no está aún del todo perfeccionada, podría brindarnos la oportunidad de hacer piscicultura en ambientes controlados, lejos de contaminación y desastres naturales, aprovechando al máximo la tierra y el uso del valioso líquido, el agua, que nadie cuida. Los usuarios de las cuencas sólo esperan el accionar policivo de las Corporaciones regionales y del Ministerio del Medio Ambiente, mientras la deforestación a borde de quebradas, en nacimientos, montañas y humedales se da sin mirar mucho de reojo si alguna autoridad ambiental está pendiente. Y resulta que ninguna Corporación ambiental, ninguna procuraduría, ninguna multa podrá detener las consecuencias de la falta de agua y el famoso calentamiento global, si no existe conciencia en cada persona, piscicultor, ganadero, avicultor, etc.

Es necesario que de manera inmediata los gremios levanten estas banderas, especialmente los de la acuicultura y de manera proactiva empiecen a generar sus propios programas de recuperación del agua, pero de manera consensuada y guiada por los expertos de las corporaciones. La iniciativa debe partir del sector productivo. Cuidar el medio, el agua, apuntarle a la tecnología y a la planificación, son prioridades para una actividad que está llamada a ser generadora de riqueza para el campo en los próximos cien años.
Enrique Torres Q.
Biólogo Marino

15 mar 2008

Alza En Los Insumos De Concentrado Acuícola

El tema de la harina de pescado para la industria acuícola mundial, se ha convertido en un tema delicado y alarmante en el transcurso del tiempo. La realidad es que cada año se produce menos harina de pescado, y cada año se destina menos harina de pescado para elaborar alimentos acuícolas. En contraparte, cada año aumentan las explotaciones acuícolas y por ende la demanda de alimentos para las especies de cultivo, mayoritariamente carnívoras, quienes consumen gran cantidad de harina de pescado. En el año 2005*, la producción de harina de pescado de los cinco principales países exportadores fue de 3.5 millones de toneladas, frente a las 4.7 millones de toneladas en el año 2000*. Para finales del 2007, la producción mundial de harina de pescado continúa disminuyendo y se reporta a la fecha una producción de 1.8 millones de toneladas en los primeros siete meses del año. Los precios por tonelada ya están por el orden de los US$1,000.00 a $1,250.00 por tonelada, cuando hace tan sólo siete años todavía se podían encontrar en US$500.00 la tonelada*. No puede haber un plan sectorial de crecimiento acuícola que no contemple la inversión en investigación e innovación en el desarrollo de sustitutos de harinas de pescado en los alimentos de las especies de cultivo. Sin este componente, cualquier plan sectorial estaría condenado al colapso, por más incómodo que resulte aceptarlo.



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Por otra parte la soya (soja) sufre el alza de los recios de los insumo para los alimentos acuícolas que ponen contra la pared a los fabricantes de estos alimentos que tienen que absorber, en parte, estos incrementos y por otra parte, incrementar sus productos a los engordadores acuícolas. Ya la industria padecía los fuertes incrementos en los precios de la harina de pescado que se registraron durante el final del 2006 y todo el 2007. Ahora con este incremento en la harina y pasta de soya, las cosas se complican cada vez más. Esta situación obliga a la reflexión sobre la inversión que se realiza en investigación y desarrollo en el campo de la nutrición acuícola de cara a optimizar la eficiencia de las dietas para las especies en cultivo y a la búsqueda de sustitutos nutricionales que hagan más rentable y menos dependiente a la industria acuícola. todos los productores del sector acuícola, tiene esperanza que industria de los alimentos acuícolas participe esta vez de manera más activa y protagónica en propuestas de sustentabilidad económica de las industrias acuícolas.


* Panorama Acuícola Magazine, Nov/Dic 2007
** Panorama Acuícola Magazine, Ene/Feb 2008

Para saber más ingrese a:
http://www.panoramaacuicola.com/ediciones_anteriores.php

9 mar 2008

Acuicultura

Más de un cuarto del total de la proteína animal consumida por el hombre es de origen acuático. Entre las diferentes regiones del mundo existe mucha variación en la procedencia de la proteína animal. Por ejemplo, en Asia, más de un 25% de la proteína animal proviene de peces mientras en Norteamérica y Suramérica, menos del 10% de la proteína animal proviene de fuentes acuáticas. La acuicultura es el cultivo de animales y plantas acuáticos. Los acuicultores manipulan algunos componentes del medio ambiente para lograr mayor control sobre los organismos acuáticos que el obtenido por la naturaleza. La acuicultura ha sido practicada en los países asiáticos durante varios siglos. Sin embargo, es una nueva forma de agricultura en varios de los países africanos y latinoamericanos.